EXPOSICIÓN DE FOTOS
– naturaleza y arte
Información: Web Jardín del Tiétar
El fotógrafo alemán Charlie F. Kohn inauguró en la sala de exposiciones del Ayuntamiento de La Adrada una muestra de su visión personal de la flora canaria.
El día 19 de marzo se inauguró, en presencia del alcalde de La Adrada, la concejal de cultura y el fotógrafo alemán Charlie F. Kohn, una exposición de fotos de arte y naturaleza en las Islas Canarias. En esta exposición, organizada por Tiétar: Valle y Montaña. Asociación de Amigos de La Adrada, y El Jardín Botánico “Jardín del Tiétar”, se presenta una visión muy personal y artística de la naturaleza canaria.
El artísta pretende, más que una documentación científica de plantas, presentárnoslas desde una perspectiva nueva, como objetos maravillosos, artísticos y trascendentes.
La exposición gustó mucho al público asistente. Se podrá visitar en la sala de exposiciones del Centro Polivalente de La Adrada, los días laborables, de 11 a 13 y de 17 a 19 horas, y el domingo, de 11.00 a 13.00. Todo esto, hasta el domingo 3 de abril.
Por Luis Jonás VEGAS VELASCO
“Vengo para anunciar a los hombres. Yo no he venido a matar a Dios, yo he venido a decir que el Dios de los hombres ha muerto.”
De esta guisa se expresa en El Anticristo la que a la larga será una de las mayores dificultades con las que habrá de enfrentarse el hombre moderno, el intento de conciliar su condición de animal pensante, con su faceta de ente espiritualmente competente. Todo ello sumergido en la época de mayor avance y desarrollo científico-tecnológico.
Cómo conciliar en una Sociedad que día a día lucha con ahínco por ser autosuficiente, ese desmedido afán que algunos vuelven a desempolvar de mostrar la aparente falta de seguridad del hombre a la hora de enfrentarse a problemas los cuales no lo olvidemos, atañen de manera exclusiva al propio hombre.
Ya el Humanismo del Siglo XVI ponía de manifiesto el problema: La Religión se justifica en lo indefinible de la Fe, pero se ampara en lo arbitrario de la Creencia. No hay nada más demoledor para el argumento de la Ciencia, que la falta absoluta de argumentos que cimenta cualquier axioma religioso. En definitiva, la Religión es el antagonismo de la Ciencia, impide su desarrollo, bien es cierto que en unas épocas con más fuerza y beneplácito que en otras, y en definitiva impide el desarrollo armónico y generalizado del Hombre, y con él de su expresión Social.
La Filosofía siempre tuvo clara este antagonismo, y sobre todo vio cristalinamente los atajos y vericuetos necesarios para escapar de la quema no siempre metafórica, que de la lucha entre semejantes Titanes se derivaría. Para ello, genera toda una teoría, el Raciovitalismo, encaminada de manera indisoluble a disimular estas terribles diferencias en medio de intrincados procedimientos mentales, y entre engorrosos procedimientos de inducción, o de ascenso si se prefiere. Pero al final, y por encima de paños calientes, lo único que tenemos es un hombre sólo, que se enfrenta a sí mismo en un intento desesperado de conocerse, y para ello elige el peor camino posible, alejarse de sí mismo, en pos de un ente extracorpóreo.
Con el tiempo, el ente toma vida, y adquiere conciencia de sí mismo. Se revela contra su creador, el hombre, y lo subyuga de manera definitiva a sus órdenes bajo un imperativo nuevo y por ello terrible, cual es el de asumir bajo su protectorado el papel de maestro censor de la moral y la ética.
El desastre se produce, el hombre confunde el camino, y en lugar de mirar en horizontal hacia e horizonte prometedor, se entretiene burdamente mirando en vertical, hacia arriba, y claro, tropieza continuamente contra los obstáculos reales que jalonan el único camino que nos es evidente a todos, el camino real, con sus miserias, el polvo, y son sus bellezas, las que nos proporciona encontrarnos a diario con nuestros semejantes.
El resultado es evidente, para cualquiera que mire. Un solo segundo utilizado en valorar estructuras metafísicas, es un segundo perdido que podíamos haber utilizado en el mundo real. Aunque, a pesar de la Creencia, Primera Certeza Absoluta, Primera Verdad Universal, Podemos ser en verdad libres, incluso para elegir la esclavitud.
Luis Jonás VEGAS.
La Adrada, marzo de 2005.

Vyacheslav Shchevacov(Fran)
Buscaba la tranquilidad de una tierra cálida y la encontró. Vyacheslav Shchevacov reside en La Adrada desde hace doce años. Casado de segundas nupcias con María Elena con la que tiene una hija, María Isabel, cumplirá el próximo mes de noviembre 60 años. Es un hombre de complexión fuerte, de carácter jovial y está encargado del Hogar del jubilado de La Adrada. Es natural de Ucrania y todos en La Adrada le llaman Fran.
Su vida es toda una aventura y se le nota en su mirada la paz que brota de su espíritu aventurero. Fue jugador de fútbol de segunda división a los 20 años en Ucrania, luego recorrió medio mundo como pescador, navegante, marinero, operador de sonar, e incluso cocinero de abordo. Es un amante empedernido de la naturaleza, de los bosques y del mar con el que sueña a todas horas.
De sus palabras se desprende, que como buen pescador que ha sido, sabe eliminar de la red todo aquello que no le gusta, y que aprecia por ello enormemente la amistad y a la buena gente. Está encantado de haber llegado hasta este pueblo de La Adrada en donde está pasando una de las mejores etapas de su vida, si bien es verdad que echa de menos el tener más tiempo libre para disfrutar de la naturaleza y de una de sus actividades que más le gusta como es la talla de figuras de animales utilizando para ello una materia prima muy natural, la vid.
Al entrar en el Hogar del jubilado, podemos observar una veintena de tallas de madera, que representan una variedad de fieras, muchas de ellas propias de un Parque Jurásico.

El aspecto de cada pieza es natural, con los retoques necesarios para hacer emerger como fruto de la inspiración del escultor la figura de un animal y poder disfrutar así de las formas caprichosas de estas raíces ya convertidas en fieras, casi animadas, gracias a la imaginación y al ingenio del artista que le ha dado forma. Fran crea así sus obras con formas irrepetibles y originales. El arte de Fran tiene de rústico lo que tiene de original. La madera de la vid, la cepa, es su única materia prima, y aunque él trata de ceder a los caprichos de sus rebuscadas formas, la creatividad es la que tiene la última palabra; entonces la realidad se torna fantasía y la fantasía realidad.
La mayoría de las veces espera a que el material le dé la idea. “La forma de la raíz misma me da el esbozo de lo que puedo hacer”, detalla, “cada pieza de madera la miro y la remiro, hasta que encuentro con la ayuda de mi imaginación la forma de animal en la que se va a convertir”.
Él habla con entusiasmo de sus figuras y nos cuenta como durante el pasado Mercado medieval, decidió sacar sus obras para exponerlas en la Plaza. Ahí la gente las admiraba, aunque fueron pocas las piezas que logró vender.
Actualmente, podemos contemplar estas figuras, en el Hogar del jubilado, mientras saboreamos algunas de sus tapas de cocina, un chato de vino, una cerveza o “una chupita de Vodka” en el bar, que por otra parte está abierto a todo el mundo. Mientras ahora también las podemos ver aquí, aunque en foto y a tamaño reducido:
Obras expuestas en
El Hogar del Jubilado
Plaza de la Villa
La Adrada
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