Antaño
Hace varias décadas, La Adrada era algo distinta a lo que es ahora. En realidad el pueblo tenía su comienzo en el Bar del Tío Juan «el obispo» (hasta hace poco Bar Tocador) y terminaba en La Cruz de Alicante, lugar donde se despedía a los difuntos, al final de la Calle Larga.
Composición coloreada de José Miguel Sánchez Lanchas.
Vista aérea de La Adrada (1936).
Hoy en día la carretera separa La Nava del resto del pueblo, pero hace más de 40 años esta travesía no existía y La Nava era un inmenso prado.
En el Diccionario Geográfico de España que publicó Ediciones del Movimiento en los años 50 del s. XX (como actualización del mítico Diccionario de Madoz), Tomo I, 1956, págs. 145 y 146 se lee lo siguiente:
LA ADRADA: Mun. y v. de AV., com. de Sotillo de La Adrada, P.J. de Cebreros, a 30 km. de su c/p. y a 80 de la C. por carr. 628 m/a. Ext., 58,75 Km2. 42º 35′ 35» N. y 0º 8′ 8» O. H. 375.
RELIEVE: El territorio, llano en su parte meridional, está atravesado, en el N., por la cordillera Carpetovetónica; sus principales alt. son: Cerro de la Escusa (1.959 m.), riscos del Berrueco, Cabeza de Masimesea, Cabeza del Saitero, Madroñal y Hornillos.
CLIMA: En el año 1953, se registraron en el observatorio del Barco de Ávila las siguientes temperaturas: Media, 11,6º; máx., 36º y mín., -11,4º.
LAS AGUAS: De E. a O. cruza el territorio el río Tietar, al que desaguan las gargantas Franquillo, Santa María y Hondaliza. Lo cruzan tres puentes de piedra. Hay conducción de agua al pueblo desde un manantial próximo.
VEGETACIÓN: Casi todo el territorio está poblado de pinos (negral y albar), con algunas encinas, chaparros, jaras y distintas variedades de retama y tomillo. Son de propiedad municipal 2.000 Ha. y 151 de pastos en las dehesas de Boyales; el resto está repartido entre los vecinos.
FAUNA: Lobos, jabalíes, conejos, palomas torcaces y perdices.
AGRICULTURA: Las tierras son pedregosas y poco profundas, dedicándose en su mayor parte a pastos. Hay una vega de huerta con riego al pie, en la que se producen cereales, alubias, garbanzos, patatas, sandías, melones y toda clase de hortalizas. En algunas huertas hay higueras, cerezos, castaños, melocotoneros y perales, cuyos frutos se dedican al consumo particular. Los prados de regadío se aprovechan por el ganado. La producción aceitera y vinícola es escasa. Los pinares son la principal riqueza del territorio. Las parcelas son de forma poligonal, cercados con muros de piedra los prados y huertas y abiertas las tierras de secano. Un propietario medio posee 98 á. de regadío. Las tierras se labran con arado romano, giratorio y de vertedera, tirados por yuntas de bueyes o mulas.
GANADERÍA: Bueyes, vacunos de labor, de carne y de leche; ganado caballar, mular, asnal, cabrío, lanar, y de cerda. Su propiedad está bastante repartida. Hay una granja con 600 gallinas.
PESCA: Abundan barbos y carpas en el río Tietar y truchas en las gargantas.
INDUSTRIA: Una fábrica de resinas, una serrería, dos molinos harineros y tres tahonas.
COMERCIO: Cinco establecimientos dedicados a artículos de ferretería, tejidos, paquetería, y comestibles; cinco carnicerías, tres bares, cinco tabernas y seis despachos de leche. Se celebra una feria de ganados el 3,4, y 5 de noviembre, a la que acuden ganaderos de varias provincias; los vecinos de La Adrada acuden a las de Sotillo de La Adrada, Casavieja, Burgohondo, Ávila y Talavera de la Reina.
COMUNICACIONES: Con la C., c/p y pueblos vecinos, por el coche de línea diario AV.-Pedro Bernardo, y con Madrid. Hay un coche particular, una motocicleta y 25 bicicletas. Correo y teléfono. Hay 63 aparatos de radio.
POBLACIÓN: 1958 habitantes. Aumenta en unos 40 hbs. por año, a pesar de la emigración a Madrid y Barcelona principalmente. Su distribución por profesiones es la siguiente: 353 labradores, 12 industriales, 27 comerciantes y 390 jornaleros. El pueblo está situado en la parte meridional de la Sierra de Gredos y lo componen 477 edificios, con las casas unidas y formando calles. Diseminados por el territorio hay nueve caseríos. La casa típica está construída de piedra y revocada de cal. Consta por lo general de dos pisos: el bajo, dedicado a cocina y vivienda, y el superior, a dormitorios. Entre este piso bajo y tejado suele haber una cámara o sobrado para almacenar cosechas. La cocina tiene una gran campana y es de lumbre baja, donde se quema leña de pino. El tejado, a dos aguas, tiene regular inclinación. Las ventanas son amplias, y las puertas, de dos hojas. Las cuadras y los pajares están en las afueras de la villa.
HISTORIA: Se cree que su fundación ha tenido lugar al apoderarse los monarcas castellanos definitivamente del reino de Toledo, habiéndose establecido como a. en los baldíos de Ávila, lugar conocido en aquella época con el nombre de dehesa de Avellaneda y cedido en precario por el concejo de Ávila, pagando en la actualidad La Adrada un censo al Ayuntamiento de Ávila. Entre los años 1347 y 1741, se forma el Estado de la Adrada.
ARQUEOLOGÍA: La iglesia parroquial, de estilo herreriano, es del siglo XVI o principios del XVII; hay también ruinas de un castillo.
COSTUMBRES: Las fiestas principales son las de San Blas, de la Virgen de la Yedra y la del Salvador (6 de agosto).
ESPECTÁCULOS: Dos cines.
MEJORAS OBSERVADAS DESDE EL FINAL DE LA GUERRA CIVIL: Pavimentación de varias calles, reforma de la conducción de agua, construcción de 40 viviendas protegidas, seis casas para maestros, una para el médico, puente sobre la garganta de Santa María y dos caminos forestales. Se ha instalado teléfono. Distribución de 80 huertos familiares.
ALOJAMIENTOS: Una posada y dos fondas que pueden albergar a 40 personas.
ENSEÑANZA: Un grupo escolar con cuatro escuelas de niños, tres de niñas y dos de párvulos.
SANIDAD: Médico, practicante, veterinario y farmacéutico. Hay una divulgadora de la Sección Femenina.
ASISTENCIA RELIGIOSA: Un párroco.
ANEJOS: Los Barreros: caserío, a 1,5 Km. de la C., con 11 habitantes y compuesto por cinco edificios destinados a vivienda y tres a otros usos. Fábrica de Abajo: molino, a 1,7 km. de la C. con 20 habitantes y compuesto por tres edificios destinados a vivienda y 21 a otros usos. Hoyuelas: Caserío, a 5,8 km. de la C., con 6 habitantes y compuesto por dos edificios destinados a vivienda y dos a otros usos. La Moraleda: pajares, a 0,1 km. de la C. compuestos por seis edificios dedicados a varios usos. Torrecilla: pajares, a 0,2 km. de la C., con 72 habitantes, y compuesto por ocho edificios destinados a vivienda y 20 a otros usos.
BIBLIOGRAFÍA: Guía geográfico-histórica de la Provincia de Ávila, de Abelardo Rivera. La yedra que floreció cuando La Adrada era Imperio, de Juan Arrabal Álvarez.
Fotografías de ayer…
Se podría contar parte de la historia más reciente de un pueblo a través de viejas fotografías (o no tan viejas). Esas fotos, que tienen sin duda un encanto especial, nos muestran un entorno, unas calles y algunos edificios que han cambiado. Instantáneas en blanco y negro, o con el color desvaído por el paso del tiempo, que como un preciado tesoro pueden encontrarse en un álbum familiar, dentro de un cajón, o en esa a caja de puros habanos guardada en algún lugar de la casa.
José Berlinches, es una de esas personas, que la pasión por la imagen le hizo captar y coleccionar un montón de fotografías, muchas de las cuales se extraviaron cuando prestadas para una publicación no le fueron devueltas, otras como las que mostramos a continuación siguen con su dueño y por eso podemos contemplarlas ahora en esta página.
Foto: José Berlinches
Foto: José Berlinches
Plaza de toros y ermita (1960). Foto: José Berlinches
La Nava (1965). Foto: José Berlinches
Foto: José Berlinches
La Pinara en una postal de 1973. Cortesía de Alejandro
Foto: José Berlinches
Año 1985. Foto: José Berlinches
Foto de una postal de La Adrada. Gentileza de José Berlinches
El cauce (1960). Foto: José Berlinches
La Plaza en una postal de 1973. Cortesía de Alejandro
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