José Manuel López Martínez
Cabezuelo, años 70
Galería de José Manuel López Martínez
Con afecto y simpatía, mostramos en esta ocasión una parte de las obras de José Manuel López Martínez, que ha plasmado con sus pinceles muchos bellos rincones de La Adrada y su entorno, con una pintura colorista muy personal, rememorando momentos, paisajes y retratos, que parecen parados en el tiempo.
Gracias José Manuel, por compartir una pequeña muestra de tus cuadros con los visitantes de esta página.
Breve autobiografía
Mi nombre es José Manuel López Martínez. Nací en La Adrada un 24 de Marzo de 1954. Aquí he vivido siempre, exceptuando el tiempo de “la mili” (como entonces se llamaba). Me “tocó“ Melilla, los años 75/76, cuando la famosa Marcha Verde. Toda mi vida laboral, la dediqué al comercio, carnicería y librería (Librería Lara). Mi niñez la pasé entre la escuela y el campo, con ovejas, vacas y toros, ya que mi padre, Manuel y mi abuelo Paco, dedicaron toda su vida al ganado. De aquí vienen dos de mis grandes aficiones, montar a caballo y mi amor al campo.
En el campo con los animales, al tener mucho tiempo libre y como no había móvil (afortunadamente), cogí gran afición por la lectura. Hoy una de mis grandes pasiones.
A mi madre, Milagros, la hablé del Circulo de Lectores y me hizo suscriptor o socio (no sé como se llamaba entonces). Ahí vi los primeros libros de pintura y aquello empezó a gustarme.
Vi la luz de Sorolla, la paleta tan rica en colores de Monet… y aquello despertó en mi un sentimiento jamás sentido. Era música, era poesía, era Serrat… Gracias Joan Manuel Serrat. Gracias a ti conocí a Machado, a Miguel Hernández, a Luis Felipe y a tantos otros.
Tengo tres nietos, Enzo, Teo y una princesita que se llama Naia.
En cuanto a mi compañera de toda la vida, Esperanza. Ella tenía 15 años y yo 17.
Y mis hijos, Héctor y Mario.
Ya sabéis lo que son los abuelos, que durante un tiempo se encuentran en otro escalafón, en el que también está mi hermana, María del Prado.
Y mis dos nuevas hijas, Susana y Soraya, madres de mis nietos.
Y por si sirve de algún interés, fui Alcalde de La Adrada entre los años 1978 y 1991.
En cuanto a mis cuadros, algunos los he vendido, otros los regalé a mis amigos y familiares. Algunos están expuestos en la Pastelería Mainha, los cuales voy cambiando de vez en cuando, y el resto en mi casa.
Olivar con el Castillo al fondo
Composición del Valle del Tiétar
Rincón en la dehesa de Piedralaves
Plaza de La Adrada, años 70
Cruzando el Tiétar por La Iglesuela
Alfarero Ortega en su taller
En «las juntas» de paseo
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