La Camerata nos volvió a deleitar con música solemne, especialmente seleccionada para las fechas de la Semana Santa
El sábado 26 de marzo La Iglesia de El Salvador de La Adrada, se convirtió una vez más en el escenario del Concierto de Coro y Orquesta, interpretado con motivo de la Semana Santa por la Camerata Cantabile, bajo la dirección de Vanessa Satur.
Fue el tercer concierto que La Camerata dio este año con motivo de la Pascua. El primero tuvo lugar el martes 22 de marzo en la Iglesia de San Martín Obispo, de San Martín de Valdeiglesias, y el segundo el miércoles 23 de marzo en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Talavera de la Reina.
En esta ocasión La Camerata deleitó a los asistentes con música solemne, especialmente seleccionada para estas fechas de intensa actividad litúrgica, interpretando música del Romanticismo francés con una selección de obras de Gounod (Misa Solemne de Santa Cecilia), Berlioz (La Infancia de Cristo), Saint-Saëns (Oratorio de Navidad) y Fauré (Réquiem).
El concierto se inició con el Kyrie, Creo y Sanctus de la Misa Solemne de Santa Cecilia de Charles Gounod, la primera gran obra de Gounod compuesta entre 1851-1854, y que fue estrenada en el día de Santa Cecilia (de ahí el nombre de la misa) el 22 de noviembre de 1855 en París.
A continuación sonó la obra coral “El adiós de los pastores”de Hector Berlioz, pieza central de su trilogía sacra L’enfance du Christ (La infancia de Cristo).
Luego el público pudo escuchar la obra coral Ubi caritas de Maurice Duruflé – considerado como el último impresionista. Basada en un canto gregoriano del mismo nombre que se cantaba en Jueves Santo durante el rito de lavar los pies.
La orquesta interpretó seguidamente el preludio del Oratorio de Navidad de Camille Saint-Saëns. Pieza instrumental y pastoral, muy al estilo de Gounod y de Bach, que crea un ambiente de expectativa y contemplativo de los pastores en la noche de Belén antes de la visita del ángel Gabriel.
Para finalizar el concierto, la Camerata cautivó a los asistentes con los últimos tres movimientos del Réquiem de Gabriel Fauré: Agnus Dei, Libera me, In Paradisum.
El público que llenaba el templo, y que dio muestras de estar encantado e inmensamente complacido con la audición de tan bello concierto, premió con emotivos e intensos aplausos, la actuación de La Camerata Cantabile.
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