Se dice que es muy difícil, casi imposible, que un adradense termine el día sin haber pasado al menos una vez por la plaza, viendo y escuchando el agua que sale de sus cuatro caños que repiten, incesantes, las mil historias de las que fue testigo, a la que hay que añadir tristemente una más, pues La plaza de la Villa muestra estos días la imagen desoladora de su fuente centenaria mutilada de parte de su pedestal y de sus cuatro faroles que fueron arrancados de cuajo de forma accidental, por la colisión de un camión de reparto que por allí transitaba.
La fuente de la Plaza, sin sus cuatro faroles
El Ayuntamiento ya ha iniciado todos los trámites necesarios, para reconstruir en una fundición las piezas de bronce destrozadas, con la intención de poder tener restaurada la fuente, si fuera posible, para las próximas fiestas de San Blas.
Visto 182 veces