Comienza el día despertándote con la fresca brisa de la mañana entre cantos de pájaros en el ambiente rural tranquilo y relajado de este pequeño gran pueblo de La Adrada, que se caracteriza por un rico entorno natural de extensas praderas, angostas gargantas con pequeñas cascadas, y pozas de agua cristalina.
Recorre sus caminos, sus impresionantes praderas y senderos que nos pueden llevar a hermosas chorreras de agua como las del Charco de la Hoya o la Yega; lugares maravillosos e ideales para realizar caminatas o paseos en bicicleta.
En nuestro andar podremos respirar aire puro, tomar el sol en invierno y en verano, escuchar el borboteo del agua en los regatos, deleitarnos con los colores verdes, amarillos y ocres de sus bosques, refrescarnos en gargantas o arroyos, saborear un higo recién cogido del árbol…
Y si sabemos disfrutar del paisaje, del silencio y de los sonidos que la naturaleza nos brinda, nuestra mente sin duda se relajará.